Antes de nada, debo
reconocer que no he explorado suficientemente este mundo de los blogs, por lo
que siento que me falta autoridad para opinar sobre el tema. Sin embargo, sí
que trasteo mucho por la Internet, y creo que estoy muy familiarizado con
“semiblogs” (me acabo de inventar el palabro). ¿Qué entiendo por eso? Pues sitios
que, sin ser exactamente blogs,
incorporan algunas funcionalidades de los mismos. Por ejemplo: en los
periódicos en línea, suele haber al final de cada noticia un espacio para que
los lectores la comenten e incluso haya un intercambio de opinión entre
distintos lectores. Lo mismo ocurre con el sitio brasileño donde veo películas
dobladas al portugués brasileño o en versión original con subtítulos en
portugués. Los usuarios pueden poner sus comentarios y avisar a otros usuarios
si la película no merece la pena. Llegan a formarse verdaderas discusiones.
Aquí tenéis, por ejemplo, Las brujas de Zugarramurdi de Álex de la
Iglesia: http://www.filmesonlinegratis.net/assistir-as-bruxas-de-zugarramurdi-legendado-online.html .
Otro ejemplo sería
mi querido Goodreads. Allí puedo subir mis artículos, si los trato como un
libro, y ponerlos a disposición para descarga gratuita. Allí publico las
reseñas que hago de mis lecturas y otros lectores pueden opinar sobre mis
comentarios. También se puede votar con likes las mejores reseñas, y
existe un ranking de los mejores reseñadores por países. Yo suelo estar entre
los 20 mejores reseñadores de España (aquí, en la parte superior izquierda, se
puede ver mi situación esta semana: https://www.goodreads.com/user/show/5424857-c-sar-lasso ). Y, por supuesto, al final de cada reseña,
los lectores tienen un espacio para comentar la misma.
En relación con el
artículo que hemos leído de Tíscar Lara, antes que sentirme esclarecido lo que
me surgen son preguntas. ¿A qué grupos es más idóneo iniciar en los edublogs
como una herramienta más de trabajo? Lo digo porque, tal como insiste la
autora, el blog es una forma de construir nuestra personalidad pública y, en
los niveles más bajos, los alumnos pueden sentirse cohibidos de mostrar
públicamente sus errores en una lengua que no dominan.
Otra pregunta que me
surge: ¿Cómo aprovechar para la enseñanza el fomentar que cada alumno cree un
blog? Nuevamente veo la fragilidad que puede sentir el alumno de niveles
iniciales. Más que esa idea, tan resaltada por el artículo, yo crearía un blog
colectivo por cada grupo de alumnos, o incluso un blog que englobara a varios
grupos. Otra idea que se me ocurre es fomentar las relaciones entre blogueros
estudiantes de idiomas (p. ej. de españoles que estudian portugués con
portugueses que estudian español). De ahí hasta se podría fomentar, entre los
blogueros que mejor se hayan llevado, el intercambio de visitas en los
respectivos países.
Se menciona también
la licencia CreativeCommons, que yo ya he visto por ahí. Tengo un artículo que
escribí para la revista HESPERIA que me mutilaron (para publicación en dos
partes), y, aún peor, cometieron el error horroroso de publicar, así cortado,
no la primera mitad del artículo final que les envié, sino un borrador del
estado de mis investigaciones varios meses antes de concluir ese trabajo. Me
gustaría dotar a ese artículo de una licencia de esas y publicarlo en línea por
mi cuenta. Por otra parte, el excelente sitio The Internet Archive ( www.archive.org ) no sólo publica para
descarga gratuita obras que están en Dominio Público, sino obras actuales disponibles
bajo Creative Commons. Aquí hay un ejemplo de un libro interesante que
proporciona claves para entender y disfrutar el sentido marroquí del humor. Veo
que, aparte del ejemplar que yo leí, hay ahora una nueva edición: https://archive.org/search.php?query=Moroccan%20humor
. Para concluir con el tema de la licencia Creative Commons, no se me ocurre que
los blogs de apoyo al aprendizaje de mis alumnos pudieran tener tanta calidad
que fueran plagiables. Se trata de una cuestión que iré conociendo mejor con el
tiempo. Tengo idea (algo me comentó un amigo portugués que es matemático
computacional) de que los plagios en realidad son detectados en Internet y, de
alguna forma, hacen que el sitio plagiado suba su “cotización” mientras que
baja la de los sitios plagiarios.
Para bregarme en
esto de los blogs, se me ocurre que podría desde ya crear un par de ellos. El
primero no tendría una relación directa con la enseñanza del español, pero
serviría para irme curtiendo en la blogosfera. Lo pondría a disposición de mis
amigos virtuales en el mundo de lectores de Shelfari y Goodreads, y podría
llamarse Letras luso-espanholas / Letras hispano-portuguesas. Ahí podría
proponer lecturas de autores portugueses a españoles (por existir buenas
traducciones, o porque en el argumento de las obras tuviera un papel España) y
viceversa, lecturas de autores españoles para portugueses. En otro blog, podría
resolver dudas de español a lectores no nativos de literatura en español.